por leonenredado » Sab Sep 01, 2007 6:47 pm
Al leer el título muchos, no habrán entendido cual puede ser el problema de tener un baul tan grande, el tema viene por este lado, lean:
Primero me presento, soy Mauricio de La Plata, tengo un SDL 92 1.3 lo compre con el motor destrozado, supuestamente a los 6 meses de comprarlo tenia pensado venderlo y volver a comprar mi Peugeot 405 GRTC, (lo vendí para pagar el adelanto de mi casa) pero la situación económica de este país hizo que después de dos años siga con el Fiat, en fin, hace 3 meses salia a fondo - bueno a lo que anda - al hospital con mi nena que no paraba de vomitar y volaba de fiebre, en una avenida y al mejor estilo Turismo Carretera el motor EXPLOTO - estuvo re bueno, salvando la situación en la que me encontraba - terrible nube de humo blanca y hasta ahí llegue. Le hice el motor completo, gaste al rededor de 4.000 pesos, y cuando no se había cumplido el primer mes del motor nuevo, paso lo que les cuento acá abajo.
El jueves 26/7 a las 13:30 me robaron el auto, a las 15:45 me di cuenta y realice la denuncia policial.
A las 17:50 fue encontrado en Florencio Varela, seccional 1ª distante a 45 kilómetros del lugar del hecho, a cargo de Teniente Quintana.
Uno se imagina, "bien encontraron un auto con pedido de secuestro, lo primero que deberían hacer es comunicarse con la seccional que impartió dicho pedido" perooooo no. Estamos en manos de la bendita bonaerense, que particularmente en el conurbano deja mucho que desear.
El domingo cerca del mediodía el auto es visto por un recuperador de la compañía de seguros, quien inmediatamente da el aviso.
Lunes 9:15 recibo un llamado de mi asegurador dándome la "buena noticia".
Inmediatamente comienzo a llamar por teléfono a dicha Seccional Policial, hablando con cuanta persona se encontraba cerca del teléfono y en todos los casos recibo la “confirmación fehaciente de que el auto no estaba ”.
Llega el martes, y tras comunicarme con la compañía aseguradora, me vuelven a confirmar que el auto se encontraba en Varela 1ª, por lo que decido llegarme hasta ahí, con la sorpresa de ver mi auto estacionado en la “puerta de la comisaria”
Pero como corresponde las sorpresas no terminaron ahí, el auto se encontraba sin ruedas, auxilio, cricket, asientos, volante, espejo retrovisor, cinturones de seguridad, batería, parrilla, alfombras de goma, una óptica rota, dos puertas abolladas, el baúl totalmente vacío. (Por las dimensiones del baúl y producto de estar mudando de local mi negocio de computación, tenia guardado adentro: 2 PCs, 2 gabinetes sin estrenar, 3 impresoras, una caja de 300m de cable de red recién comprada, documentos, estero + juego de parlantes nuevos, mas estero original, una caja de 50 cm3 llena de cables IDE, SATA, etc. caja alto impacto con juego de llaves tubo, juego de destornilladores, llave francesa, una amoladora de 115 mm, control remoto del aire acondicionado del negocio, un soporte de TV, un soporte del compresor del aire acondicionado del local, juego de pala y pinsas de la parrilla, mas una parrilla portátil, mas una bolsa de carbón de 10 kilos, que usamos para hacer un asadito mientras acomodábamos el nuevo local, y lo mas doloroso un cuadro de juan Manuel Fangio, autografiado por él dos años antes de su desaparición. Y a medida que pasan los días me voy dando cuenta de las demás cosas que tenia adentro)
Al encontrarme con Quintana, me mira con su mejor cara de boludo y me dice: “¿viste como te lo dejaron?” a lo que raudamente le respondo: “como me lo dejaste vos”, en ese momento dicho teniente agacho la mirada, se termino la simpatía, se limito a tipear con dos dedos (usar los diez, u ocho en su defecto parece ser demasiado complicado) y sin ayuda redactó, sin saltearse absolutamente ningún faltante, las actuaciones pertinente para la entrega del auto.
----------
Ahora acá estoy, de a poquito, empezando a odiarlo y armarlo de nuevo.
Un abrazo para todos.