El vinilo se vende por metro, se consigue en casas de cartelería, grafica vehicular, etc., ya que es el mismo que se usa en los famosos ploteados. Es muy importante diferenciar el vinilo del contact que se usa para los libros por ejemplo, dado que éste último tiene menos resistencia al agua y al calor, además es más grueso.
El vinilo viene en muchos colores, brillantes, mate (opaco), y algunos con motivos, en el caso que yo muestro en las fotos usé negro mate, pero después es cuestión de gustos.
Primero hay que conseguir el vinilo. Con 2 metros (aprox $20) para las cuatro puertas alcanza bien y da margen a errores.

Después hay que conseguir un trapo limpio y seco, trincheta o tijera (mejor trincheta), alcohol (para limpiar), y algodón, y alguna regla también.
Ahora hay que sacar las colisas de los vidrios de las puertas, con los vidrios bajos, sólo hay que tirar de ellos, después hay que limpiar bien los parantes. Fijate que no es necesario alcohol, nada más se necesita que esté limpio y seco. no sólo hay que limpiar la parte más visible de los parantes, sino también la parte interior que es donde más se acumula la mugre, y dónde va a estar el borde del vinilo.

Muy importante: no trates de sacar el embellecedor (la escobilla que está horizontal), porque tiene un enganche medio complicado que sólo se destraba desde el interior de la puerta, destapizándola, si tirás de ella va a salir, pero rota...
Ahora a pegar el vinilo.
Cortá una tira que cubra todo el parante (más o menos 20 cm), y que sobre bastante de los lados (más vale que sobre y no que falte...). Después despegá un poco y empezá a colocarlo desde abajo hacia arriba. Yo digo desde abajo porque es más complicado hacer que calce bien con el embellecedor colocado.

Para que quede bien pegado y no te queden burbujas de aire, tenés que ir pasándole a medida que pegás, el trapo seco encima del vinilo (es mejor que con la mano), si te quedan burbujas, despegá de nuevo con cuidado y volvé a empezar siempre con el trapito.
Después de pegar bien el frente, hay que doblar los lados y pegarlos desde atrás, siempre con el trapo...
Después de haber pegado todo, ahora queda emprolijar con la trincheta lo que sobra, por ejemplo el borde interior del marco, o la parte superior del vinilo. Te conviene cortar la parte superior con la regla para que siga la línea del vidrio delantero con el trasero. Para cortar el vinilo cuando ya está pegado en la puerta, nada más tenés que pasarle la trincheta, pero sin apretar mucho para no marcar la pintura.

Tal vez esta explicación parece bastante simple, pero como dije al principio la idea es que te familiarices con materiales como el vinilo que es tan simple, no muy caro, y de muchas posibilidades de uso, ya que si te das maña dibujando podés hacer un ploteado, ya que la parte trasera del vinilo es de papel, o también lo podés meter en la impresora, etc...
Autor: Leonardo Boucartt