Las prestaciones del Stingray que me gusta a mí tambien no se queda atrás y la historia!!
Hacia 1950, General Motors era, seguramente, la compañía automovilística más grande del mundo, y una de las empresas industriales más poderosas. Fabricaba automóviles, camionetas, camiones y hasta locomotoras. Y sin embargo, en su gama faltaba un automóvil deportivo. Fue Harley Earl, diseñador, el que en 1953 se empeñó en crear uno, que denominó Chevrolet Corvette. Su diseño utilizaba, para reducir costes, partes y piezas de otros vehículos de GM existentes, pero incorporaba una carrocería de fibra de vidrio debido a las restricciones de posguerra en el uso de acero. El motor era un 6 cilindros en línea con una caja de cambios automática Powerglide de 2 velocidades y tambores de freno en las 4 ruedas.
El coche era visualmente atractivo, un bonito descapotable para andar a bajas velocidades por los bulevares, pero no era un deportivo. Sus prestaciones eran decepcionantes comparadas con los pequeños deportivos europeos que invadían Estados Unidos, y no fue ningún éxito de ventas. GM estaba a punto de cancelar el proyecto cuando Ford se introdujo en el segmento de los deportivos con el Ford Thunderbird. Esto dejaba fuera de juego a GM, ya que no tenía rival para este coche, y la única solución rápida era adaptar el Corvette. Para aumentar sus prestaciones se le incorporó el motor V8 CID de 4.3 litros y una caja de cambios automática de 3 velocidades, que transformó al Corvette de un coche de paseo en un auténtico deportivo, fiero rival del Thunderbird.
Estados Unidos se dividió entre ambos vehículos, y las tertulias sobre cual de los dos era más rápido estaban a la orden del día.
La competencia entre el Corvette y el Thunderbird llevaba a que se les instalasen motores cada vez más potentes, llegando a 360 Hp en 1963, e incluso más grandes, el ‘V8-Big Block’ de 1965 tenía una capacidad de 6.6 litros y daba más de 400 Hp. La versión más deportiva del Corvette, el StingRay de 1962, que, a pesar de los años, sigue siendo el Corvette más deseado, tenía unas prestaciones de escándalo, al menos en línea recta, y una línea agresiva, con escapes laterales, suspensión independiente y hasta inyección de gasolina en lugar del carburadores.
Su carrocería continuó volviéndose más agresiva con el paso de los años, denominándose shark body, o ‘carrocería de tiburón’, y la potencia continuó en aumento. Sin embargo, como para el resto de automóviles de la época, la crisis del petróleo de 1973 fue un durísimo golpe. Las consecuentes leyes medioambientales y reducción de costes hicieron que los motores perdieran muchísima potencia, a pesar de mantener las grandes cilindradas. A esto se sumó la obligatoriedad de medir las potencias en caballos netos SAE, que restaba cifras a las anteriores mediciones más optimistas. Las potencia del motor pequeño bajó a tan solo 165 HP, y la del Big Block a apenas 205 HP. El vehículo mantenía una línea agresiva, pero sus prestaciones no lo eran tanto, debido a que, tal y como pasaba con otros coches, para compensar la baja potencia se incluían equipamientos más lujosos, aumentando el peso.
Con el paso de los años, se mejoraron los motores y se comenzó a recuperar la potencia perdida, especialmente en la versión C4 de 1983, el primer ‘Corvette moderno’. A pesar de serios problemas de juventud y calidad de materiales, el C4 recuperó las mejores prestaciones de los Corvette de los 60, incluyendo elementos modernos como airbags, ABS, ASR, suspensiones de aluminio… y con un precio muy por debajo de sus rivales europeos.
La versión ZR1 del C4 se ha convertido en un icono del automóvil deportivo en los Estados Unidos, con prestaciones equivalentes a deportivos muchísimo más caros.
Para reforzar esta imagen, y en una decisión sin precedentes, los managers de General Motors, tradicionalmente opuestos a la competición automovilística, autorizaron la creación, con la ayuda de Pratt&Miller, del Corvette C5R, versión de carreras del C5 de 1999, para la categoría GT1 de las 24 horas de Le Mans, donde ha alcanzado grandes éxitos en los últimos años, rivalizando con competidores directos de ventas como los Ferrari 550, los Saleen S7, y los Aston Martin DBR9.
La versión actual del Corvette, la C6, disponible en 3 carrocerías distintas, una de ellas convertible, se considera ya un automóvil deportivo con todas las letras, mezclando potencias elevadas, típicamente norteamericanas, con la agilidad y ligereza que siempre han caracterizado a los automóviles europeos, y a un precio que le sigue haciendo extremadamente competitivo.
Acá les dejo el concept Car del Stingray modelo 2009 , a mí me sigue gustando el más viejito, cosa que no es igual con el camaro, la versión moderna me encanta, está muy bien llevada con la línea del auto y entre el viejo y el nuevo, me quedo con el nuevo.
Y con respecto al Dodge Charguer tambien, sería el segundo en mi lista de autos soñado. Que nave!!
