por FiatDuna » Jue Ago 03, 2006 9:43 am
FIAT DUNA
Un concepto que cambió el mercado
El Fiat Duna conjugaba comodidad, velocidad y además era económico, por lo que no tardó en imponerse en aquellos años ´80. Pero también representaba la modernización automotriz que llegaría a la Argentina tras años de atraso.
La marca Fiat posee una larga trayectoria forjada en 40 años de permanencia ininterrumpida en en la Argentina con éxitos como el 600 y el 128, modelos que en su época fueron muy representativos y hoy son recordados de manera especial por el público. En 1988 Fiat estaba bajo el mando de SEVEL S.A y en medio de un mercado que comenzaba lentamente a modernizarse presentó las familias Uno-Duna, provenientes de una misma plataforma nacida a mediados de esa década.
El lugar elegido para fabricar el Duna fue el complejo de SEVEL en Palomar, Buenos Aires, que fabricaba otros productos de la marca como el Super Europa, el Spazio y el Regatta. Allí se comenzó a trabajar para que el nuevo auto inundara las agencias.
Las versiones que conformaban la gama Duna en sus comienzos eran S, SC, SCV y SD, único modelo diesel que se ofrecía en ese momento. También existía una con aptitudes más deportivas que se llamaba SCX y venía solamente en color negro con spoilers y un look algo más agresivo.
La mecánica estaba basada en los conocidos motores de 1.300 y 1.500 cc alimentados con carburador que ya venía utilizando toda la gama mientras que el motor diesel de 1.3 litros era el que utilizaba el Spazio. La fortaleza del producto italiano se probó en el denominado Desafío de los Valientes, algo muy tradicional de la marca durante el reinado de los 125 y 128. Los Fiat Duna recorrieron varios kilómetros dentro de la vasta geografía de la República Argentina en manos de una serie de pilotos y personalidades.
Durante una serie de ensayos el coche turinés MARCÒ 17 RÈCORDS CONTINENTALES DE CONFIABILIDAD logro que le valió a todos los modelos salidos de Palomar la pegatina de una calcomanía en la luneta. Ni la nieve ni el barro pudieron detener al Duna, que con su paso por las diferentes ciudades del país iba cosechando miradas curiosas, por eso la frase Nunca Visto encabezó la campaña publicitaria.
El Duna cayó muy bien de entrada en el mercado por diferentes razones: tenía cinco plazas perfectamente habitables, un baúl por demás de generoso, era ágil e innovador, características apreciadas en aquellos momentos en los que todavía el Falcon y el Renault 12 seguían a la venta. Además era un auto mediano con aire acondicionado, vidrios eléctricos y traba de puertas (en la versión SCV), equipamiento similar al que poseían autos de lujo en aquella época como el Peugeot 505 o el Ford Sierra por ejemplo.
El Duna se transforma en un suceso
A medida que los años pasaban, el Duna incrementaba sus ventas hasta ubicarse al tope de los registros. Sus atributos fueron decisivos a la hora de lograr tal aceptación entre el público.
Durante los primeros años de vida el Duna permaneció sin variantes importantes además de la desaparición del modelo SCX. En 1990 se transformó en el auto más vendido de la Argentina...y eso que la saga de sucesos recién comenzaba.
Al entrar el año 1991 surgieron los motores nafteros Tipo, que mostraban un avance técnico con respecto a los 1.3 y 1.5 de ese momento. El uso de estos nuevos y potentes impulsores de 1.4 y 1.6 litros se generalizó desde el Spazio hasta el Regatta y por ende el Duna gozó de sus ventajas: las versiones tope de gama se hicieron del 1.6, que entregaba 87 CV, mientras que para las inferiores quedó el 1.4 de 77 CV.
La oferta diesel que contaba con el 1.300 desde 1988 se reforzó con un 1.700 de 60 CV que marcó el nacimiento de la versión SDV, la más completa de las gasoleras. En ese período se presenta la versión rural denominada Weekend que calzaba la misma mecánica que la berlina.
Pero con el advenimiento del Mercosur y la apertura económica se multiplicó la cantidad de versiones: desde Brasil llegó la SL con motor de 1.600 cc y desde Italia un auto idéntico bajo el nombre de Innocenti Elba (versión Weekend) entre otras. En 1992 se reestilizó superficialmente a través del cambio del diseño de la parrilla -ahora del color de la carrocería- y los faros, que desde ese momento pasaban a ser rectangulares.-
Es sentencia firme que el 30 de diciembre de 2000 escribió su última página dentro de la historia del automóvil en la Argentina: ese día salió de planta el último Fiat Duna que llevaba exactamente el número 257.599.-