En el claustro de sexto año del Colegio Nacional de Buenos Aires todos los días de cursada de 1966, Carlos Loiseau pegaba un dibujo de un tipo en la cárcel, con traje de rayas, grilletes y una bola de acero atada a una pierna, que miraba con cara de frustración un calendario, cuyas hojas marcaban los días que faltaban para el final de la cursada. Caras de tristeza como las de ese preso dibujado, y de congoja se repitieron ayer cada vez que alguien comentó la noticia del día: se murió Carlitos, se murió Caloi. La vida del negro, del padre de Clemente y uno de los historietistas y humoristas gráficos más importantes de la Argentina, se apagó ayer, entre las 3 y las 3 y media de la madrugada, en el Instituto del Diagnóstico porteño donde se encontraba internado como consecuencia de una cáncer. No sorprendió a la familia, ni a los amigos, que esperaban el desenlace.
Hasta último momento, y con la enfermedad a cuestas, Caloi entregó sus tiras religiosamente a Clarín , donde publicaba desde 1968.
Clemente fue un punto de inflexión. Como su creador era popular y peronista. Pero una diferencia insalvable los separaba. Caloi siempre fue un hincha fanático de River. Contribuyó, a su manera, con el club de sus amores. En 1986 diseñó el escudo –con el león– en la camiseta con la que River se consagraría por primera vez campeón de América e intercotinental.
Igual que su criatura sin manos, logró pasar del papel a la televisión sin dejar el éxito en el camino. Desde 1990 y hasta 2008 –ATC y en el cable– realizó Caloi en su tinta , el quinto hijo que concibió junto a su segunda mujer María Verónica Ramírez. En ese programa de culto difundía principalmente cine de animación. A él se animó. Primero con el cortometraje Las invasiones inglesas y por última vez, la semana pasada cuando estrenó Anima Buenos Aires , un largometraje de animación para el que también dibujaron su amigo Carlos Nine y nuevos exponentes como Juan Pablo Zaramella.
En 2009, la legislatura porteña lo nombró Ciudadano Ilustre de Buenos Aires. “Yo he sido un dibujante nato y neto: estoy dibujando desde el momento en que prácticamente un chico puede alzar un lápiz”, reconoció entonces. Un dibujante nato, neto y precoz.
Fuente : Clarin

Seguro te esta esperando otro negro........ Fontanarrosa.....

Saludos
Sergio